Todas queremos tener dientes blancos, pero cuando no puedes acceder a un tratamiento de blanqueamiento, existen secretos para conseguir excelentes resultados.
- El limón es un blanqueador natural, si mezclas su jugo con un poco de bicarbonato y aplicas esto sobre tus dientes quedarán mucho más blancos que antes. El problema de esto es que al juntar dos elementos puedes dañar el esmalte o provocar sensibilidad en tu dentadura, puedes aplicarlo una vez y si notas alguna molestia no lo repitas.
- El bicarbonato de sodio es un excelente blanqueador para tus dientes. Para aplicarlo debes mezclar el producto con un poco de agua hasta conseguir una pasta, la cual la pondrás en tu cepillo dental y lo aplicaras de la misma forma en que te cepillas todos los días.
- Otra forma es con la cáscara de plátano la cual debes frotar sobre tus dientes durante cinco minutos.
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